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Sigue la pelea: "Musk debería volver a Sudáfrica", dijo Trump.

Como dos niños, la pelea entre Musk y Trump no termina más...
Como dos niños, la pelea entre Musk y Trump no termina más...

Lo que comenzó como una alianza estratégica en torno al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) terminó derivando en un conflicto abierto que ya afecta directamente a los mercados, las empresas de Musk y al ecosistema cripto en general.


Un proyecto de ley, muchas fracturas


El conflicto escaló tras la aprobación en el Senado del “Big Beautiful Bill” de Trump, un ambicioso paquete de gasto público que añadiría más de 3,3 billones de dólares al déficit estadounidense en la próxima década. Musk, que había sido designado por el propio Trump como jefe de DOGE a comienzos de año —una oficina creada para reducir el gasto público—, calificó la iniciativa como una “abominación fiscal”.


Desde su cuenta de X (antes Twitter), Musk lanzó una ofensiva digital contra los congresistas republicanos que votaron a favor del proyecto, prometiendo financiar campañas primarias para destituirlos. También sugirió la creación de un tercer partido político, el “American Party”, para romper con el binomio demócrata-republicano.


Trump contraataca: “Musk debería volver a Sudáfrica”


Trump no tardó en responder. Desde Truth Social, afirmó que sin los subsidios federales, Musk tendría que cerrar sus empresas y “volver a Sudáfrica”. Agregó que Tesla, SpaceX y otras compañías del magnate han recibido más fondos públicos que cualquier otra empresa en la historia, y sugirió que DOGE —ahora sin Musk— debería investigar sus contratos.

“DOGE es el monstruo que podría tener que volver y comerse a Elon”, ironizó el presidente.


Impacto en Tesla y el mercado cripto


El choque tuvo consecuencias inmediatas: las acciones de Tesla cayeron casi un 5 % en el premarket del martes, tras haber retrocedido un 2 % el lunes. Analistas como Dan Ives de Wedbush advierten que el conflicto con Trump se está convirtiendo en un factor de riesgo estructural para los inversores, afectando la percepción institucional sobre Tesla.


En paralelo, el mercado cripto también reaccionó. Según datos de Kraken, Bitcoin cayó de 107.118 a 106.846 dólares, Ethereum retrocedió de 2.476 a 2.456, y Dogecoin —cuyo ticker coincide con el acrónimo del ahora infame departamento DOGE— bajó de 0,1641 a 0,1624. El mercado cripto en su conjunto perdió más del 1 % en capitalización diaria.


¿Por qué le importa tanto este proyecto a Musk?


Aunque Trump insiste en que la molestia de Musk radica en la eliminación de subsidios para vehículos eléctricos, el CEO de Tesla ha respondido que su oposición es por el riesgo que implica aumentar aún más la deuda pública.

“Lo único que pido es que no llevemos a Estados Unidos a la quiebra”, escribió Musk.

Detrás de esta disputa también está el hecho de que Tesla ha dependido históricamente de créditos fiscales y regulaciones que favorecen la transición energética. La posible eliminación de estos beneficios podría costarle a la empresa más de 3.000 millones de dólares anuales entre incentivos perdidos y menores ingresos por venta de créditos.


¿Qué viene después?


Con Trump presionando para aprobar el proyecto de ley y Musk movilizando millones para frenar a los legisladores que lo apoyan, el conflicto no parece tener una resolución cercana. Lo que está en juego va más allá de una pelea de egos: involucra el futuro de las políticas públicas en energía, innovación tecnológica y control del déficit.

Si la amenaza de Trump se concreta, Musk podría ver paralizados contratos clave de SpaceX, restricciones regulatorias sobre X y Neuralink, o incluso perder acceso a los beneficios que hoy permiten a Tesla competir en el mercado global.

Pero si Musk cumple su promesa de fundar un partido político y canalizar el descontento de una parte del electorado, el impacto podría sentirse mucho más allá de Wall Street o el criptoespacio.

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