Los RWA son claves en este ciclo y Robinhood lo sabe.
- Javi Puig
- 1 jul
- 2 Min. de lectura

Robinhood acaba de dar un paso clave hacia la integración del mundo financiero tradicional con la tecnología blockchain. A partir de esta semana, los usuarios europeos pueden comprar y vender acciones tokenizadas de empresas estadounidenses con disponibilidad 24 horas al día, cinco días a la semana.
Este innovador sistema ya está disponible para más de 150.000 usuarios en 30 países, con operaciones que se procesan en la red Arbitrum, una solución de segunda capa sobre Ethereum. Más adelante, Robinhood planea migrar estas operaciones a su propia blockchain de capa 2.
¿Qué son las acciones tokenizadas?
Los tokens lanzados por Robinhood están respaldados 1 a 1 por acciones reales, lo que significa que cada token representa un valor real en el mercado bursátil estadounidense. No otorgan derechos de voto, pero sí incluyen dividendos y beneficios por eventos corporativos como splits o fusiones.
A diferencia del trading tradicional, la tokenización permite liquidación instantánea, mayor transparencia y acceso descentralizado, sin intermediarios de Wall Street. La experiencia se vuelve más eficiente, y abre las puertas a millones de inversores que no podían operar en estos mercados por barreras horarias, geográficas o técnicas.
Robinhood usa Arbitrum… por ahora
Si bien las operaciones se están ejecutando sobre Arbitrum, Robinhood ya confirmó que lanzará su propia blockchain de capa 2 para gestionar este ecosistema financiero descentralizado. Este paso representa una ambición clara: crear una infraestructura propia capaz de manejar acciones, futuros y criptomonedas de forma unificada.
Además, la firma planea lanzar futuros perpetuos de criptomonedas en Europa antes de fin de verano, lo que permitirá especular con precios sin fecha de vencimiento. La iniciativa forma parte de su estrategia de expansión tras adquirir a Bitstamp, uno de los exchanges más antiguos y regulados del continente.
La competencia y los reguladores observan
El movimiento de Robinhood no pasa desapercibido. Exchanges como Kraken ya anunciaron planes similares. Por otro lado, gigantes como BlackRock, Franklin Templeton y Apollo ya emiten fondos tokenizados. Incluso Galaxy Digital evalúa tokenizar sus propias acciones.
Sin embargo, tokenizar acciones públicas conlleva desafíos mayores que otros activos como bonos o stablecoins. Dividendos, votos de accionistas y fusiones deben gestionarse on-chain sin romper el marco legal. Aunque la SEC aún no aprueba estos productos en EE. UU., Europa se ha convertido en el laboratorio ideal para esta nueva generación de activos digitales.
¿Y en EE. UU.?
La comisionada de la SEC Hester Peirce sugirió recientemente que se podrían habilitar "sandboxes regulatorios" para probar innovaciones sin tener que cumplir normas obsoletas. Sus declaraciones han alimentado el optimismo de que esta tecnología pueda eventualmente integrarse en el sistema financiero estadounidense.
Mientras tanto, Robinhood y otras empresas aprovechan el auge del mercado cripto, que ya supera los 3 billones de dólares en capitalización global, para acelerar sus apuestas por la tokenización.